(Este testimonio fue aportado por un amigo en Nagoya).
El 31 de diciembre de 2010, en la víspera de Año Nuevo, sufrí una quemadura grave. La boquilla del desodorante tipo spray para inodoro se desprendió cuando era nuevo y quedó inutilizable durante mucho tiempo. En ese momento, tenía un gran problema y estaba en una situación muy dolorosa mentalmente. Mi corazón no estaba aquí ese día... Pensando aturdido, tomé una lata de aerosol. "Ya terminé de recolectar la basura para el año, pero si no la vacío, no podré apagarla incluso después del nuevo año". ....
En el momento en que el gas se precipitó hacia mí, me di cuenta de la gravedad de lo que había hecho. ! Cuando giré la lata, la tetera estaba colgada en la estufa al final del gas que fluía hacia la izquierda, y el gas que se encendió como una mecha convirtió el fregadero en un mar de fuego. Se elevó una columna de fuego y creo que grité sin querer. Mi hija voló hacia mí, pero todo lo que pude decir fue: "¡No vengas!" ! Le di la espalda a las llamas. Aún así, la llama se elevaba frente a mí ¡Ah! Estoy prendido... Podría morir... Con eso en mente, me decidí y cerré los ojos. En este momento, el tiempo fluía lentamente como en cámara lenta.
Cuando me desperté, el fuego estaba apagado, y cuando toqué mi cabello, pude agarrar el cabello quemado por delante y por detrás. La ropa que llevaba puesta en ese momento eran chalecos de pelo largo como animales de peluche, por lo que se quemaron y se convirtieron en escombros, y el fuego se extinguió en la ropa de algodón de abajo. Cuando era enfermera en el pasado, pensaba seriamente: "Démosle la ambulancia a los que tienen un infarto o un derrame cerebral". De todos modos, ¡vamos a enfriarlo con agua! ! Si me enfrío la cara con agua corriente, me duele el brazo, y si me enfrío el brazo, me duele la cara... ¡ah! ! ¡No puedo hacerlo! ! Luego, doblé la toalla en cuatro y la humedecí, me la puse en la cara con hielo en el medio, me acosté en el futón y puse el antebrazo izquierdo y el empeine derecho sobre la toalla. Solo puedo gemir ante el intenso dolor, "Duele, duele".
Con eso en mente, ni siquiera podía abrir los ojos y no podía confirmar quién era la persona que llamó a partir del historial de mi teléfono celular. Coincidentemente, la persona a la que llamé era una persona que podía hacer terapia a distancia y que se había convertido en maestra en una escuela de enfermería después de trabajar como enfermera en una sala de operaciones y se dedicó al masaje con aromas. (Estoy muy agradecido de haber contactado a la mejor persona.) "Es remoto, pero si no vas al hospital, necesitas tratamiento, ¿verdad? El aceite de lavanda natural es bueno para las quemaduras, pero lo tengo, lo haré". ¡Entrégalo ahora!" y vino volando en auto.
Aplique aceite de lavanda sin diluir para quemaduras graves en los brazos y las mejillas, aceite diluido alrededor de los ojos, aceite de jojoba para el área alrededor de las quemaduras y rocíe la loción cuando esté seco. Cuando el aceite funcionó y el dolor disminuyó, mi nariz comenzó a palpitar y me di cuenta de que el tratamiento se había filtrado, así que apresuré a aplicar la solución sin diluir, pero el tratamiento se retrasó, por lo que (luego) la costra se volvió muy gruesa. . Las llamas subieron desde abajo, por lo que la membrana mucosa de mi nariz estaba adolorida y mi nariz no dejaba de moquear. Cuando me soné suavemente la nariz, había algo en ambas alas de mi nariz (¿moco?). "¡Estoy seguro de que volverá a su estado original con memoria de forma...!", pensé.
Observé la situación durante aproximadamente 2 horas y, dado que el enrojecimiento había disminuido en general, juzgué que la lavanda era efectiva. Tuve otro tratamiento y descansé mientras hacía Reiki. Un amigo mío voluntario remoto también me ayudó. A la mañana siguiente (día de Año Nuevo), cuando me miré en el espejo, había pequeñas ampollas en el blanco de mis ojos, pero no había mucosidad en mis ojos y tenía buena vista. Aplicar aceite en las ampollas de las mejillas y protegerlas con una gasa para no romperlas. La parte donde la piel caía sobre el labio estaba hinchada, y continuaban las ampollas en los párpados y la nariz mocosa. Toda mi cara estaba hinchada.
Después del tratamiento, vertí Reiki en ambas mejillas, pero noté que solo las mejillas sanaban más rápido, así que comencé a verterlo de forma remota en toda la cara más tarde. En la mañana del 2, suprimí suavemente el exudado que fluía de la ampolla con una gasa y luego traté. Eso sí, no había dolor en absoluto. Es realmente indoloro, no paciente. No puedo olvidar.
En la mañana del tercer día, las ampollas habían desaparecido, la piel estaba completamente seca y ya no se necesitaba la gasa. El edema en mi cara había desaparecido, no tenía secreción nasal y me sentía más brillante. Estaba tan feliz que comencé a tomar fotografías a partir de ese día. Como resultado, todas las costras se desprendieron en 6 días y todos se recuperaron a una velocidad asombrosa. Se restauró el sentido del olfato y se restauró la nariz que faltaba. Incluso después de que se quitaron las costras, la velocidad a la que mi piel volvió a su color original fue tan rápida que después de 20 a 30 minutos de contacto cara a cara, la persona con la que estaba hablando estaba desconcertada por la velocidad del cambio.
"¿Estoy malinterpretando? Mi color de piel es diferente al de antes..." Me dijeron eso muchas veces. Cuando me di cuenta, el rastro de la quemadura era completamente invisible. Una ventaja inesperada fue que las imperfecciones de mi cara, que habían sido bastante llamativas, se eliminaron junto con las costras. Había escuchado que el Reiki era muy efectivo para las quemaduras y regeneraba la piel desde abajo, pero nunca soñé que experimentaría algo así. No fui al hospital porque fue mi propia decisión y soy responsable de mí mismo. Si alguien está en la misma situación, recomendaría ver a un médico y usar Reiki juntos. Estoy verdaderamente agradecida de haber conocido a Jikiden Reiki.
(Ciudad de Nagoya, mujer de unos 50 años, 5 de diciembre de 2013)